Limpie correctamente las paredes de su casa, Consejos Útiles para aplicar

La suciedad en estas superficies puede reducir la vida útil de la pintura.

Mantener limpios los pisos y muebles puede ser ya una costumbre, pero pocas veces nos damos cuenta de la importancia de hacer que las paredes de nuestra casa luzcan impecables.

Es probable que durante estos últimos meses en casa las haya notado sucias o llenas de manchas que antes no habíamos detallado. La verdad es que, sin que nos demos cuenta, las paredes se ensucian cada día, ya sea porque las tocamos con las manos sucias, recostamos la cabeza en ellas, con el roce de los muebles o simplemente por la acumulación del polvo.

Para Liliana Baptista, directora operativa de la empresa Limpia Mi Hogar, el aseo de las paredes es un aspecto vital no solo en lo estético, sino también para la salud: “Son las superficies de la casa que las personas menos asean, y esto conlleva muchos problemas. Estéticamente las habitaciones pierden brillo, se ven más viejas, sucias y descuidadas. Económicamente implica más gasto en pintura. Pero también hay un componente de salud porque están expuestos a diferentes agentes bacterianos o virales”.

Por su parte, la alergóloga Lucía Hernández considera que una limpieza periódica puede traer beneficios para la salud: “El aseo en las paredes puede eliminar ácaros, polvo y motas que, sin darnos cuenta, se acumulan en ellas. Esto es muy importante, en especial en personas con alergias”.

De acuerdo con Baptista, no hacer una limpieza periódica o hacerlo de la manera errónea podría disminuir la vida útil de la pintura. La experta recomienda los siguientes pasos:

1. Siempre se debe limpiar primero el polvo con un plumero, un paño de microfibra o una aspiradora de mano para retirar la suciedad superficial sin humedecer. De lo contrario, el polvo mojado terminará por manchar la pared.

2. En un balde agregar agua y jabón, preferiblemente lavaloza. “Queremos que sea mucha agua y poco jabón. No todas las pinturas son igual de resistentes, incluso las que son lavables pueden diluirse con productos de aseo. Buscamos una mezcla muy suave y delicada”, comenta Baptista.

3. Una esponja es la mejor herramienta para esta labor, ya que quitará la suciedad sin maltratar la pintura.

4. El jabón debe retirarse siempre con un paño ligeramente humedecido porque al secarse puede cambiar la tonalidad de los colores.

Claro está que esa no es una fórmula mágica. Es importante poner atención a los siguientes consejos para hacer este proceso de la manera adecuada, según sea el caso.

Consejos a la hora de limpiar paredes

1. Conozca el material que recubre su pared

No es lo mismo una pintura de vinilo (a base de agua y plástico) que una acrílica. Cada una tiene un nivel de resistencia diferente, por lo que su limpieza también varía. Lo mismo sucede cuando un muro está cubierto con papel tapiz.

2. Vinilo, la pintura menos resistente al agua

Es la más común en interiores, hechas a base de agua y menos resistentes. Al finalizar, se debe pasar un paño seco para quitar el exceso de humedad. Mucho tiempo de exposición al agua hace que la pintura se caiga.

(Lea también: Consejos para alargar la vida útil de sus utensilios de cocina)

3. La pintura acrílica requiere una limpieza intensa

Habitualmente es usada en cocinas o baños por ser más resistente a la humedad. Se identifica por dar una sensación de plástico al tacto. Puede limpiarse con una concentración de jabón más alta y mayor intensidad al restregar.

4. Papel tapiz, la superficie más delicada para limpiar

Como su nombre lo indica, es papel, por lo que es más delicado. Por ello, la recomendación es que la esponja esté apenas humedecida y probar primero en un rincón si el papel se desprende para evitar daños mayores.

5. Nunca usar productos químicos fuertes

Lo que puede ser bueno para limpiar muebles, madera o baldosa, como el varsol, en realidad es malo para las paredes, ya que es posible que reaccione como un diluyente de pintura.

¿Cómo quitar las manchas más comunes?

A menudo lo que se necesita no es limpiar toda una pared, sino una mancha en especial que surgió por un descuido, contacto frecuente o porque los más pequeños decidieron hacer una ‘obra de arte’ con lápices y colores.

Aunque para muchos estas marcas pueden ser un dolor de cabeza, todas ellas tienen una solución práctica.

– Marcas de manos

Es frecuente encontrar dedos pintados en los muros, y es más común aún en los contornos a los interruptores de luz, que son sin duda la parte que más suciedad acumula.

Sin embargo, eliminar esas manchas puede ser menos difícil de lo que se cree. Una mezcla de medio limón, un chorro de vinagre y una buena cantidad de bicarbonato es suficiente. Debe tener una consistencia espesa y algo pastosa.

Baptista recomienda aplicar con delicadeza, con ayuda de una esponja de cocina. Frotar suavemente hasta que se elimine toda la mugre. Además de dejar las paredes como nuevas, sirve como desinfectante de la superficie.

Sin embargo, no es buena idea usar este método muy seguido, ya que puede ser agresivo con la pintura. Lo mejor es limpiar el producto de inmediato con un paño húmedo.

– Quitar los rayones

Con los niños en casa, muchas familias se han tenido que enfrentar a paredes pintadas con lápiz, esfero o crayón. Incluso, muchas veces los rayones pueden venir de un choque o roce provocado al mover un mueble de un lugar a otro (al cambiar la cama de posición, por ejemplo).

Para todos estos casos existen varios trucos realmente efectivos y recomendados por la experta, como utilizar alcohol, bicarbonato de sodio diluido en agua o crema dental (solo si la pared es blanca). En estos casos, el lavaloza resulta poco efectivo.

La superficie debe estar previamente libre de polvo y ser limpiada posteriormente con un poco de agua tibia.

– Grasa

Al hablar de grasa, nos referimos no solo al aceite en la cocina, sino también a la grasa corporal que se desprende con el sudor, por ejemplo, cuando recostamos la cabeza contra la pared.

Estas manchas, en particular, se pueden combatir fácilmente con jabón de loza diluido en agua tibia, no tan caliente como para dañar la pintura pero sí lo suficiente para ablandar y diluir la grasa.

Se debe hacer con toques de presión y no restregando; de lo contrario, lo único que se logrará es esparcir la grasa. También se puede usar previamente un poco de talco para absorber la humedad.

Fuente: El Tiempo

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